Empezaba a no
ser joven cuando dos obras leídas casi simultáneamente vinieron a cambiar mi
concepción del mundo (exterior). Una de ellas es esta. En ella asistimos al
fascinante nacimiento del estado, la mayor obra —hablo de tamaño— del ser
humano, ese gigantesco monstruo que no hemos aprendido a manejar y que parece
que se nos va cada vez más de las manos. Antropólogo y divulgador, Marvin Harris
tiene el encanto de los ensayistas anglosajones, que te enseñan sus teorías
como si te contasen un cuento. Y no sé si el libro es un cuento, pero este,
como todos los suyos, tiene una lógica aplastante que te arrastra. Hoy no
estaría de acuerdo con él en muchas cosas, pero sus explicaciones son
sorprendentes y sencillas, y sobre todo, perturbadoras.